Montse Sugranyes
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Tiempos sorprendentes estos del trabajo en remoto forzado. A pesar de las dificultades o de la falta de hábito en la comunicación a través de una pantalla, en la mayoría de profesionales con los que hablamos se percibe más tranquilidad y paz que ansiedad, estrés o miedo. Ha bajado el ritmo, los tiempos de desplazamiento, las malas caras (inexplicables) de compañeros, la competitividad, las agendas, las ausencias, la proyección hacia el otro de la propia frustración. En cambio, ha aumentado la comunicación, la colaboración, la empatía, la generosidad, la paciencia, la tolerancia, la sinceridad, la libertad, el control de tu tiempo, de tu entorno, en definitiva, creo que nos hemos pacificado y serenado psicológica y existencialmente… nos sentimos más equilibrados internamente… y eso, a pesar de los malos pronósticos y natural preocupación por la salud o la economía. ¿Cuál es la explicación? Puede que la explicación se encuentre en la extraordinaria capacidad de resiliencia del ser humano.
La resiliencia, o capacidad para resistir y reaccionar positivamente en situaciones difíciles, está relacionada con la autoestima (el autoconcepto), la interacción afectiva con otros, el compromiso personal de hacerse cargo de los problemas, el control emocional y el aprendizaje continuo.
Estos días, muchos webinars sobre trabajo en remoto se centran en la tecnología, los hábitos y la necesidad de reforzar la comunicación en los equipos. Sin embargo, en realidad las personas, espontáneamente, estamos hablando más que nunca entre nosotros y de forma más cercana. En estos webinars se ofrecen infinidad de consejos y recursos de acompañamiento emocional para ayudar en la gestión de sintomatología negativa como la ansiedad, el estrés, la soledad, la negatividad, la no-aceptación, la desesperanza, la tristeza o la ira. Seguro que hay personas que se sienten así, en especial las que están viviendo situaciones laborales de gran incerteza (ERTE’s) o de gran exigencia (p.ej. el personal sanitario), y, por supuesto, las personas que han sufrido los efectos devastadores en su salud o en la de sus amigos o familiares y no han podido estar cerca de ellos acompañándolos. Pero hay muchas otras personas, en el contexto del trabajo, que están experimentando algo diametralmente opuesto, algo nuevo e incluso emocionante. Un descubrimiento de lo esencial, de lo verdaderamente importante, de recuperación de conversaciones, relaciones, aficiones, tiempo para los hijos, recetas de cocina, libros, gimnasia en familia, el disfrute de la no-presión constante por el tiempo, los resultados o la competitividad personal.
En este peculiar escenario, con sus retos, con sus sorpresas y sus valores, os proponemos hacer en remoto aquello que en presencial hemos aprendido a hacer:
- Introspección: profundiza en tu autoconocimiento y en tu autoconciencia.
- Positividad: aprende a apoyarte en tus fortalezas, conoce cuáles son y hazte consciente de tus precauciones.
- Reconocimiento: aprovecha para conocer mejor a tus compañeros de trabajo y aprende a reconocerles, seguro que ellos te lo devolverán con creces.
- Autenticidad: si tienes la misión de gestionar a un equipo, entiende cómo son cada uno de sus miembros (no solo lo qué saben hacer), aprende a motivarles desde su unicidad, confía en ellos, mejora tus relaciones.
- Gestión: cómo líder, entiende cómo alinear a tu equipo con los objetivos entendiendo la aportación de valor de cada uno de ellos.
- Aprendizaje: aprende, aprende, aprende… continuamente…. de ti mismo y de los demás.
Eleva tu autoconciencia, como persona, como profesional, como compañero, como líder… eso redundará en tu capacidad de resiliencia y de salir reforzado de esta situación.
Próximamente presentaremos los Resilience Series Workshop de The Predictive Index. Mientras tanto consulta nuestra propuesta en www.esperta.es. Cuenta con nuestro equipo para compartirlo contigo.